Construida por sus bisabuelos a finales del siglo XIX en un municipio de Girona, la casa de la farmacéutica Anna Sancho mantiene las huellas de su pasado: vigas de volta catalana, suelos hidráulicos, paredes de piedra. La vivienda siempre ha pertenecido a la familia; aquí han vivido sus abuelos, sus tíos, sus padres… Anna guarda aquí muchos y buenos recuerdos, además de bonitos muebles antiguos.

Sin embargo, la casa ha ido adaptándose a las necesidades familiares y ha ido renovándose y creciendo con ellas.

Aquí puedes consultar el artículo original en Houzz.