1. Sobre la encimera
Es lo clásico. Si tenemos espacio al lado para poner los platos es una solución muy práctica. En este caso, se recomienda poner una tira de luz debajo del mueble para que la zona quede bien iluminada. Los microondas de acero son muy elegantes y no desmerecen en ninguna cocina, ni siquiera una tan elegante como esta, de tono gris, que juega con el cobre en el grifo y la cubitera.
2. Sobre la encimera, pero oculto en un lateral
Poner el microondas en un mueble como el de la imagen, directamente sobre la encimera, es una solución óptima. Como en la foto anterior, disponemos de una buena superficie para poner los platos o sacarlos y no se pierde espacio. Se trata de un microondas bajito, de manera que se puede aprovechar un estante en la parte superior.
3. Justo debajo de la encimera
Aquí, el microondas se ha encastrado justo debajo encimera. Es verdad que para poner los platos dentro y para programar el aparato deberemos agacharnos, pero no parece resultar incómodo. Además, el pequeño espacio de la encimera sirve de apoyo para poner los platos. ¡Eso sí que resulta práctico!
4. Incorporado en un mueble con puertas retráctiles
Con esta solución, una vez cerrado el mueble, la cocina quedará más despejada visualmente y recogida. En este espacio se puede guardar también la cafetera, las tazas, el azúcar y el cacao, etc. Así, los desayunos se convertirán (todavía más) en el mejor momento del día.
5. En un mueble-columna con puerta corredera
Se trata de una solución ideal para cocinas de estilo minimalista. Lo ideal es instalarlo junto con el horno y el horno a vapor. De ese modo, tendremos una zona concentrada de cocción. Esta solución permite tener un microondas más potente y grande, ideal para aquellos que lo usan mucho para cocinar.
6. En un armario alto con puerta abatible
Gracias a los nuevos modelos de tamaño reducido podemos meter un microondas en un armario alto con puerta abatible para esconderlo cuando no se usa. Es una opción práctica porque los platos se pueden poner sobre la encimera y, además, se puede aprovechar el espacio para las especias, por ejemplo, u otros envases pequeños.
7. Empotrado encima de la cocina
A los americanos les gusta instalar el microondas encima de la cocina. Se trata de una manera de agrupar la zona de cocción con la cocina a gas, el horno inferior y encima el microondas.
En este caso, el conjunto es una única pieza de acero inoxidable con un panel posterior, también de acero inox, que sirve para delimitar la zona. Ésta solución es muy pulcra, pero es para usuarios altos ya que exige elevar los platos casi a la altura de la cabeza. Hay que tener en cuenta que, mientras se está cocinando, se debe tener cuidado de no quemarse con el humo de la cocción.
8. Empotrado en un mueble-columna a media altura
Una buena solución es poner el microondas y el horno empotrados en un mueble-columna a media altura. Se puede poner arriba el microondas por ser el electrodoméstico que más se usa. A esta altura, por encima de los 90 cm, resulta ideal para su uso.
En esta bonita cocina abierta al comedor y la sala de estar, el microondas se ha puesto en una península que delimita ambas zonas. La parte superior del mueble columna también se puede usar para depositar los platos o tazas.
9. En un estante aparte
Aquí, el microondas está encima de una repisa. El espacio que hay debajo se puede aprovechar para poner, como aquí, la tostadora. La altura es ideal para su uso y el hecho de que tenga estantes de libros por la parte superior le da un toque simpático al conjunto.
10. Junto al resto de electrodomésticos
Esta es una de las soluciones ideales: microondas y horno de acero inoxidable empotrados en un mueble columna al lado del frigorífico, de manera que todos los electrodomésticos se agrupan en la misma pared de la cocina, creando una sensación de armonía y orden. El microondas queda elevado, pero a una altura razonable. Además, dispone a la derecha de una superficie de apoyo para los platos.
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