Fallo 1: La casa no se percibe como un todo

Habitaciones que no se relacionan entre sí, muchas puertas y diminutos ambientes no te dejan disfrutar de tu hogar en su totalidad. De hecho, la casa parece más pequeña de lo que es y la luz natural no se aprovecha.

Solución: Redistribuir la casa sin convencionalismos. Por ejemplo, si uno de los dormitorios da al frente y la cocina está en el fondo con ventana a un patio interior, toca invertir la distribución. Así, la cocina se disfrutará estando junto al estar, en un espacio intercomunicado y más luminoso. Esta es también una forma de maximizar la superficie.

Eliminar pasillos innecesarios
Eliminar pasillos innecesarios | Aleaolea arquitectura y paisaje

Fallo 2: Derrochas más de 6 metros cuadrados en pasillos

Vías oscuras y sin ventilación, los pasillos obligan a encender la luz durante el día y a gastar calefacción… ¡en espacios en los que no estás!

Solución: Una distribución más compacta y adaptada a la superficie, o de concepto abierto. Se trata de evitar pasillos intrincados o largos. Para ello, lo mejor es sumar a las estancias la superficie de los pasillos, sin perder por ello las vías de circulación.

En este caso, tras la reforma, se pasa de un estrecho pasillo con ventana a un comedor con circulación. Esta es la forma más eficaz de darle utilidad a una zona de paso.

Espacios de diferentes tamaños
Espacios de diferentes tamaños | EO ARQUITECTURA

Fallo 3: Algunas habitaciones son muy grandes y otras demasiado pequeñas

Si una casa está muy dividida, esta suele ser una de las consecuencias. En ambos casos, los muebles se pierden, porque siempre parecen demasiado grandes –o pequeños.

Solución: Repensar la distribución en base a prioridades y necesidades reales. Al volver a tener la superficie de tu casa en bruto, es más sencillo emplear esos metros desaprovechados.

Ideas:

-Ampliar el dormitorio con un vestidor

-Conseguir un espacio para comer en la cocina

-Diseñar un salón proporcionado, donde el sofá deje de parecer un mueble para gigantes

Espacios
Espacios | INT2architecture

Fallo 4: Tienes habitaciones inutilizadas

No tiene sentido tener un lavadero sin uso bajo el argumento del “por si acaso”. Son espacios que también hay que mantener, calentar y limpiar.

Solución para el lavadero: Colocar la lavadora y la secadora en un armario junto al baño. Emplea, entonces este espacio para un uso más aprovechado. ¿Ejemplo? Ampliar la cocina con un office.

Idea para la cocina
Idea para la cocina | Aleaolea arquitectura y paisaje

Fallo 5. Tu dormitorio está junto a la cocina

Si la casa no tiene una distribución coherente, las áreas de uso se dispondrán de manera caótica, dando lugar a un funcionamiento poco práctico. Por ejemplo, no parece normal que el baño general esté frente a la puerta de entrada, ni que la cocina se ubique en el área de dormitorios. Por intimidad, sí, pero también por ruidos y olores.

Solución: Una secuencia de ambientes lógica y agrupada por funciones. Resulta muy útil dividir la casa en zonas de día –más sociales y abiertas– y áreas de noche, de carácter más privado.

Si la casa es pequeña, la proximidad entre zonas de día y de noche está servida. Una idea es distribuir en un extremo la zona de día y en el otro, los dormitorios. Otra solución es elegir un lateral para cada función, con un eje de circulación que las separe, como es el caso de la imagen. En esta casa de Barcelona, los tabiques en diagonal ayudan a alejar la vistas directas hacia los dormitorios.

Una buena solución para las casas pequeñas son las puertas correderas: al abrirse gradualmente permiten una convivencia menos agresiva entre zonas de día y de noche.

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