Una reforma integral
Una reforma integral | Leicht Küchen AG

Sometida a un uso intenso y a unas condiciones de higiene, temperatura y humedad especiales, la cocina es uno de los espacios de la vivienda que más acusa el desgaste. Si a ello le añadimos el hecho de que en los últimos tiempos ha ido ganando cada vez más protagonismo en el hogar, no es de extrañar que se trate de una de las estancias que más se reforman pese al coste económico que ello supone. Un presupuesto que, tal como hemos podido comprobar al hablar con diferentes expertos del sector, varía sensiblemente de un proyecto a otro, en función del tamaño de la estancia, las calidades de los revestimientos elegidos, el material de la encimera y, en particular, el mobiliario seleccionado.

Expertos consultados:

Carmen Barasona, Directora de Barasona Diseño y Comunicación

Lucrezia Arrías, arquitecta de Buanystudio

José Ramón Gavín, jefe de producto de cocinas de Leroy Merlin

Raquel García, interiorista de Clysa

Los precios con variables
Los precios con variables | Monapart Palma

Proyectos a medida

La primera conclusión a la que llegamos a la hora de estimar un “precio desde” para la reforma de una cocina es que, a diferencia de lo que sucede con el baño, al que ya dedicamos un artículo similar, existen múltiples condicionantes que determinan el precio final: tamaño de la cocina, calidades que se buscan, si se trata de una reforma en profundidad o solo un lavado de cara… Buena prueba de ello son la diversidad de respuestas que hemos recibido de los diferentes expertos consultados para que nos den una primera aproximación sobre cuánto puede suponer embarcarse en esta obra.

Una amplia oferta de precios

El precio variará siempre, en función de la calidad de los materiales y las dimensiones de la cocina. La interiorista Carmen Barasona estima “un presupuesto de unos 6.000 euros (sin electrodomésticos) para una cocina de unos 8 metros cuadrados”.

Raquel García, interiorista de Clysa, sitúa sin embargo en “unos 19.000 euros la reforma de una cocina de un edificio estándar, de unos 9-10 metros cuadrados, con unas calidades medias, equipada con buenas marcas como Santos, Neff, Silestone o pavimentos porcelánicos”, puntualizando además que no hay un “precio desde”, ya que depende de los materiales que se empleen, la superficie y las necesidades del cliente.

Por su parte, José Ramón Gavín, jefe de producto de cocinas de Leroy Merlin añade que “una reforma muy básica puede tener un coste de entre 2.000 y 2.500 euros, con muebles estándar y unos revestimientos cerámicos sencillos”. También él considera necesario matizar su respuesta: “Con este tipo de equipamiento básico el coste puede bajar considerablemente. Si por el contrario buscamos un proyecto más personalizado, con muebles a medida, éste se incrementará”.

Muebles estándar y unos revestimentos
Muebles estándar y unos revestimentos | Nook Architects

Costes estimados

Las partidas integradas en los presupuestos orientativos mencionados abarcan, por lo general, el pavimento y los revestimientos de las paredes, el mobiliario de la cocina y la encimera y, en algunos casos, los electrodomésticos básicos y la renovación de las instalaciones de agua y electricidad. Preguntados sobre si puede estimarse un porcentaje del total para cada una de las partidas que conforman la reforma de la cocina, las respuestas de los expertos también son diversas, si bien la mayoría de ellos coincide en que estos varían mucho, sobre todo la partida de mobiliario y electrodomésticos.

Raquel García estima los siguientes porcentajes: “La partida de albañilería, lampistería, revestimientos e iluminación supone en torno a un 40% del presupuesto total; el mobiliario un 35%, las encimeras el 5% y los electrodomésticos el 20%”. Lucrezia Arrías, arquitecta de Buanystudio, puntualiza lo siguiente: “En realidad, para la reforma de una cocina hay dos tipos de presupuestos: el civil, que involucra al trabajo del fontanero, electricista y albañil, con alicatados y terminaciones, y el de los muebles y electrodomésticos en sí. El primero dependerá de los metros cuadrados de la cocina; el otro, de la empresa que contrates. Son complementarios, pero pueden correr a cargo de dos empresas distintas”.

El mobiliario, clave

Una de las partidas más relevantes en el conjunto de la cocina, tanto por volumen como por el papel de funcionalidad y estética que representa en la misma, es el mobiliario. Por todo ello, también es una de las más difíciles de estimar ya que, como nos comenta Lucrezia Arrías, “el mercado ofrece una disparidad de precios bastante considerable hasta el punto de que, para cubrir 5 metros lineales con muebles, se pueden encontrar diferencias de precios que hasta se duplican de un fabricante a otro”. Teniendo siempre presente esta puntualización, los distintos expertos consultados estiman esta partida también de forma diversa: “Para este equipamiento se puede calcular alrededor de 3.500 euros, dependiendo del tamaño de la cocina, el estilo de mueble que deseemos y su calidad”, afirma Carmen Barasona. Esto supondría más del 50% del presupuesto global estimado por Clysa, por lo que Raquel matiza que “dependerá de las necesidades del cliente y del presupuesto con el que cuenten, ya que ello influirá en los modelos, materiales, acabados y sistemas de equipamiento del mobiliario”.

Por otra parte, José Ramón Gavín: jefe de producto de cocinas de Leroy Merlin, asegura que “una composición sencilla, con un modelo blanco de alto brillo por ejemplo, podría salir por unos 599 euros para una composición de 2,20 m con muebles altos y bajos”. No obstante, puntualiza: “El coste se incrementa a mayor número de módulos o si tenemos que hacer alguno a medida. Asimismo, la madera maciza siempre es más cara que una puerta laminada. Pero a veces, los muebles no son la partida más cara”.

Superficie de trabajo

Otro elemento determinante en el precio final de una cocina es la encimera, ya que hay diversos materiales entre los que escoger y, lógicamente, también prestaciones y precios de lo más dispares. José Ramón Gavín lo deja muy claro: “Una encimera laminada básica puede salir por unos 16,95 euros con un tamaño de 180 x 63 x 2.8 cm, pero su resistencia al calor es mínima, de modo que hay que tener mucho cuidado con dejar una cazuela o una sartén caliente encima, porque se daña fácilmente. Las más resistentes son las de granito, mármol, Silestone (compuesto de cuarzo) o Corian, que no se dañan con el calor, no se arañan y resisten todo tipo de sustancias. Los precios de estas últimas se tienen que calcular a medida exacta de la cocina en la que se van a colocar y dependiendo del tipo de material, pero estamos hablando ya de más de mil euros”.

Carmen Barasona afina más al respecto: “El material por excelencia para las encimeras es el Silestone, por sus altas prestaciones y su garantía. Su precio puede estimarse a partir de 300 euros el metro con los cortes específicos para el fregadero, una cifra que dependerá del tamaño de la cocina”. Un coste que coincide bastante con el que nos da Raquel García, para quien “en una cocina estándar como la que estamos comentando, la partida de encimera puede valorarse a partir de unos 900 ó 1.000 euros”. Por último, Lucrezia Arrías ratifica que la encimera “es un elemento caro dentro de la cocina, dependiendo del material que se coloque, sobre todo en el caso de resinas y metales. Puede suponer un 20% del presupuesto si se ponen cuarzos”.

Pavimentos y revestimientos

Una reforma integral de la cocina suele involucrar la renovación de los materiales de suelos y paredes. La cerámica sigue siendo el material más empleado en cocinas, tanto por sus excelentes prestaciones de resistencia y facilidad de limpieza como por la amplia variedad de diseños, materiales, formatos y, lógicamente, precios.

El jefe de productos de cocina de Leroy Merlin explica que “un revestimiento básico puede salir por 14,50 euros el metro cuadrado y un pavimento para el suelo por 15,50 euros el metro cuadrado. También se puede valorar poner un suelo laminado especial para cocinas, que ayuda a ahorrar también en la instalación ya que puede colocarlo uno mismo. Hay modelos por 16,95 euros el metro cuadrado”.

Carmen Barasona apunta además los precios de otras posibilidades de materiales cada vez más empleados en la reforma de una cocina, como puede ser “el microcemento, adecuado para suelos y paredes y que cuesta a partir de 70 euros el metro cuadrado, o los mosaicos vítreos desde 90 euros el metro cuadrado”.

Renovar las instalaciones

Puesto que una reforma integral de la cocina supone, en la mayor parte de los casos, retirar los revestimientos y pavimentos existentes, puede ser un buen momento para renovar las instalaciones de agua y electricidad aunque, por supuesto, esto supone un incremento del presupuesto y tiene tanto seguidores como detractores entre los profesionales consultados.

José Ramón Gavín estima esta intervención en “unos 3.000 euros de mano de obra más el material, ya que es necesario picar las paredes, cablear o colocar tubería y esta parte difícilmente la puede hacer uno mismo. Tenemos que contar con un profesional que nos asegure que todo está correcto e instalado según normativa”. Por esta razón, aconseja llevarla a cabo según el estado de la misma. “Si la casa no tiene más de cinco años, no sería necesario cambiar las instalaciones, ya que no tienen mucho desgaste. Si estamos hablando de un inmueble de unos 10 o 15 años de antigüedad, conviene revisar con un experto el estado de las instalaciones para analizar si es necesario dar un repaso. En casas de mayor antigüedad es muy recomendable, ya que las instalaciones estarán castigadas y hacer una reforma sin cambiarlas nos puede dar disgustos y estropearnos el resultado posteriormente con una avería grave”.

Raquel García opina que “no es obligatorio actualizar las instalaciones en una reforma, siempre y cuando no se quiera cambiar la distribución de la cocina y que el estado de conservación de las mismas sea el adecuado. En el caso de que sí se modifiquen, el coste es relativo en función del proyecto, pudiendo situarse en torno a un 10% del presupuesto de albañilería”.

Asesoramiento profesional

La gran diversidad de precios y las diferentes partidas implicadas ponen de relieve la importancia no solo de solicitar más de un presupuesto para poder compararlos y elegir el que más nos convenga, sino también la conveniencia de dirigirse a profesionales que nos ofrezcan un asesoramiento adecuado.

“El diseñador de interiores ofrece al cliente una ventaja muy importante: al conocer el mercado, realizará un proyecto con las mejores marcas, garantizando una reforma de calidad, sin tener que lanzarse a ciegas al mundo de las reformas”, asegura Carmen Barasona.

“Un buen profesional nos ayudará a analizar nuestras necesidades y a encontrar la mejor relación calidad-precio para ellas, dando con la solución adecuada al proyecto y el presupuesto global del cliente. Además, coordinará la obra y llevará un control exhaustivo que evitará desvíos en la misma”, añade Raquel García de Clysa. “La infinidad de problemas que se atajan antes de que sucedan, las ideas innovadoras o para aprovechar mejor el espacio que tiene un profesional siempre son rentables aunque al principio nos parezca otro gasto”, ratifica Lucrezia Arrías desde Buanystudio.

Por último, José Ramón Gavín, de Leroy Merlin se aventura a cuantificarlo: “Depende del caché del profesional, aunque podríamos estar hablando de unos 1.500-3.000 euros de honorarios por el desarrollo del proyecto y luego el coste de hacer el seguimiento de la obra”.

Consulta el artículo original en Houzz.