Los propietarios nos han abierto las puertas de su empresa y su casa al mismo tiempo, una curiosa fusión donde una antigua fábrica con más de 70 años se ha reconvertido en un espacio moderno y limpio, dónde sus propietarios trabajan y tratan a los clientes y donde también hacen su vida privada.

Con 550 metros cuadrados repartidos en cinco plantas donde predomina el color blanco y el aluminio son la identidad de la casa.